lunes, 16 de abril de 2018

Todo depende del cristal con que se hable


Punto de vista, subjuntivo, futuro y paz


Desde nuestra infancia, “hablamos” la realidad, la codificamos y la decodificamos todo el tiempo con nuestro pensamiento, en el diálogo-monólogo interior de nuestra vigilia, y hasta en nuestros sueños. Así, la lengua materna tiñe la percepción; dicho de otro modo, cada hablante mira el mundo a través de una lente con algún tinte suave: no existen los cristales completamente transparentes.

Español e italiano: acá y allá

Hace poco, mientras les mostraba a mis jóvenes estudiantes italianos algunas de esas diferencias sutiles del color del cristal del español y del italiano, se me ocurrió que aprender a mirar a través de una lente teñida con otro tono no es fácil, pero si percibimos esos matices cuando nos ponemos otros lentes, lograremos acercarnos más a esa otra visión del mundo. A los efectos prácticos del aprendizaje de una lengua extranjera, eso implica que nos equivocaremos menos.


Están las cuestiones ligadas al punto de vista, por ejemplo. En italiano, el verbo “venire” incluye la idea de acercamiento al interlocutor: “Vengo da te”. En español, en cambio, cuando se usa el verbo “venir”, el movimiento es solo hacia el hablante y no incluye a la persona a la que se habla. El DRAE dice de “venir”: Dicho de una cosa: Moverse de allá hacia acá. Dicho de una persona o de una cosa: Llegar a donde está quien habla. Veamos un ejemplo:

Vengo da te = Voy a tu casa. No diría *Vengo a tu casa.

Veniamo a casa tua = Vamos a tu casa, no *Venimos a tu casa.
Además, está la pesadilla de todos los italianos cuando aprenden español: ¿llevar o traer? Es que en italiano “portare” tiene ambos significados, no se distingue entre “llevar” (“hacia allá, a un lugar alejado de mí, hablante”) y “traer” (“hacia acá, donde estoy yo, hablante”). No se trata solo de una cuestión  lexical, es algo que no existe en nuestra propia lengua, y nos cuesta incorporarlo porque no sentimos su necesidad; es más, siempre vivimos lo más bien sin ese algo que no tenemos. Otro ejemplo: a los hispanohablantes nos resulta difícil usar con naturalidad los pronombres partitivos o locativos del italiano (‘ne’, ‘ci’) o del francés (‘en’, ‘y’) porque en español no existen.


¿Subjuntivo o indicativo?

También está el asunto del uso del subjuntivo. No me adentraré en disquisiciones panfletarias en defensa de una especie en riesgo de extinción. Diré, con cuestionable espíritu darwiniano, que si el subjuntivo no sobrevive, querrá decir que no era el más apto, y chau. De cualquier manera, mientras su uso siga representando un símbolo de estatus, es probable que siga existiendo, no hay que temer: es poco democrático, pero es así.

Un caso interesante es el de las subordinadas temporales con idea de futuro:

Cuando me duerma, voy a soñar contigo (ejemplo romántico, voluntarista y medio mentiroso…).

Quando mi addormenterò, sognerò te.

En la idea de futuro contenida en la subordinada conviven dos ingredientes: el de tiempo (porque en este momento estoy despierto y me voy a dormir esta noche) y el de hipótesis (supongo que me voy a dormir). En italiano se usa el futuro del modo indicativo, que es el modo de la realidad, de la certeza, prevalece el ingrediente temporal con esa idea de “algo muy probable, casi seguro”. En español, en cambio, en las subordinadas temporales con idea de futuro se usa el subjuntivo, que es el modo de la posibilidad, la incertidumbre, la duda, el deseo, el temor, etc., hay una dosis mayor del ingrediente hipotético que del temporal-real.

Lentes de colores

¿De qué manera inciden en nuestra percepción estos “filtros” de color, tan sutiles, que tiñen los cristales con los que miramos lo que nos rodea? Cuando veo la incomprensión y la falta de empatía que caracteriza las relaciones entre los individuos y los pueblos, lo difícil que es construir la paz, me pregunto si nuestro pobre mundo, violento, belicoso y miope no estará necesitando que todos nos pongamos más lentes de diferentes colores… La paz es multicolor.

domingo, 1 de abril de 2018