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viernes, 27 de septiembre de 2024

Mi Día de la Traducción 2024

Leonora en la cabina de interpretación, con auriculares y anteojos, frente al micrófono, en un reciente trabajo
En la cabina de interpretación, agosto 2024
Este año 2024, cuando se acerca el Día de la Traducción, quiero compartir MI celebración de esta maravillosa actividad. 

Mi historia no es nada extraordinaria, pero es mi historia y a lo mejor le puede servir a alguien que está pensando en estudiar traducción en un momento en que la IA parece estar amenazando nuestra profesión. 

A lo mejor las traductoras somos como la cigarra de la canción: “tantas veces me mataron, tantas veces me morí y sin embargo estoy aquí, resucitando”. Acá el link a la canción 👉 "La cigarra" de María Elena Walsh en la voz de Mercedes Sosa

Cuando entré a la universidad, hace cuarenta años (¡OMG!), nunca imaginé todo lo que habrían de darme aquellas primeras carreras de Traductorado Público, en inglés y en italiano, en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República del Uruguay.

Ahora veo que aquel primer acercamiento a ese mundo fascinante, en vez de calmar mi hambre de conocimiento, despertó mi apetito voraz para seguir estudiando. 

Ahora también me doy cuenta de que no fui a la universidad solo para conseguir trabajo y lograr ganarme el pan haciendo algo que me resultara placentero, sino que fui a la universidad para prepararme para desarrollar una pasión que me iba a llevar a querer seguir estudiando toda la vida.

Durante y después de aquel primer pasaje por la universidad quise estudiar otras lenguas, además de seguir mejorando mi conocimiento del inglés y del italiano, así que incursioné en los universos del latín, portugués, francés y ruso.

Pero no me alcanzó, el apetito era cada vez más insaciable, entonces quise profundizar mis estudios de traducción desde otra perspectiva y me puse a estudiar traducción literaria y técnico-científica en el Instituto en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández, de Buenos Aires.

Ahí me pasó algo extraño: cuando cursé la materia “Introducción a la Interpretación”, con Vicky Massa, me picó el bichito y decidí zambullirme en ese mundo tan especial, duro y desafiante, pero totalmente adictivo, y aprender a nadar en ese mar. Entonces fui al Centro de Traducción e Interpretación y tuve a una gran tutora: Olga Álvarez de Barr.

La vida me llevó a irme a vivir a Italia y a volver a vivir a la Argentina. Cuando volví, me di cuenta de que quería volver a mi lengua materna, a perfeccionarla, a conocer mejor sus secretos, sus matices, sus sutilezas, su complejidad y su riqueza. Entonces me puse a estudiar corrección de textos en el Instituto Superior en Letras Eduardo Mallea y a hacer el posgrado en enseñanza de español como lengua extranjera en la UBA (este último porque estoy convencida de que enseñar es una excelente manera de aprender).

Asistí y asisto a infinidad de cursos, talleres, seminarios, charlas y congresos y sé que nunca voy a dejar de hacerlo, porque es mi vida y elijo vivirla así, estudiando, aprendiendo y gozando de mi pasión.

En los últimos tiempos me interesa profundizar en todo lo que tiene que ver con un lenguaje amplio, no discriminatorio y empático. 

¿Para qué? Para que mi trabajo favorezca una mejor convivencia de las personas en este mundo, para que prevalezca la construcción y no la destrucción, para que el amor le gane al odio y para que esta última premisa no resulte cursi y vacía. 

¿Por qué? Porque estamos en el horno, gente. No hay un planeta B. Además este me encanta, a pesar de todo.

¡Feliz Día de la Traducción!

 

 

 

 

viernes, 11 de febrero de 2022

¿Correctora o entrenadora de chatbot?

 



¿Correctora o entrenadora de chatbot? 

Ese es el título del breve artículo que escribí y que se publicó recientemente en el blog de PLECA, la asociación de profesionales de la lengua española correcta de la Argentina.

Acá pongo el link:

🠞 https://www.pleca.org.ar/correctora-o-entrenadora-de-chatbot/

miércoles, 29 de septiembre de 2021

¡Socorro! ¡No entiendo a estx robot! (Algoritmos, chatbots, UX Writing y demás cosas de mandinga)

Tercer y último ingrediente de mi spritz lingüístico:

¿Algoritmos? ¿UX? ¿SEO? ¿IA? Guaaaaat?!


Gentileza de Collages EPC


Todos los días interactuamos con alguna de esas cosas de mandinga: algoritmos, UX, SEO, IA y chatbots. Dialogamos con ellas, muchas veces sin saberlo. Gran parte de esa comunicación pasa a través de la lengua, por eso me interesa 🔎. 


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Como asesora lingüística (la versión breve de como traductora, intérprete, correctora y docente de español como lengua extranjera), casi todo lo que tiene que ver con la lengua me interesa 👀. 

Aclaro que todo lo que diga acá acerca de estos temas se debe a que mi suprema ignorancia me llevó a intentar entender lo que está pasando en el mundo de las lenguas en sus actuales íntimas relaciones con la inteligencia artificial (¿Nerd yo? ¡Naaaaa!)


Desde esa perspectiva lingüística, me voy a ir arrimando, temerosa y cautamente, a los algoritmos. Después, ya los algoritmos me irán llevando de la mano al mundo UX, para llegar a conversar con chatbots o asistentes virtuales.


En una próxima entrada de mi blog intentaré que vos y yo nos amiguemos con estxs robotillxs y a lo mejor hasta podemos sentarnos a tomar un cafecito virtual: vos, yo y Chatbot (why not?). Entonces podría contarte mi reciente experiencia como asesora y maestra (o profesora, entrenadora, etc.) de asistente virtual y tal vez Chatbot nos relate su experiencia conmigo.


Empecemos entonces por los algoritmos, y más específicamente por detectar el sesgo de los algoritmos, aunque...



¿Qué corno será “el sesgo de los algoritmos”? 


Voy a intentar explicarlo con un ejemplo: Google Translate. Veamos qué proponía hace pocos años este traductor automático al traducir de un idioma con elementos gramaticales neutros, como el inglés, a otro con elementos marcados por el género, como el español o el italiano. 

 



Este traductor automático elegía traducir a masculino o femenino porque los algoritmos aprenden de manera automática, a partir de ejemplos de textos ya traducidos. 

Los algoritmos no son machistas, sencillamente reflejan el machismo de la sociedad.




La cuestión es que Google Translate ya modificó su algoritmo dos veces, en 2018 y en 2020, para reducir el sesgo (bias en inglés) de género y ofrecer traducciones menos androcéntricas. Esto muestra la importancia que se le está dando a este tema allá arriba, en la cima de la montaña de Silicon Valley.


Estoy convencida de que este proceso orientado a no discriminar con el lenguaje no tiene marcha atrás: es más, me arriesgo a pronosticar (de atrevida nomás) que se seguirá avanzando en esa dirección. De hecho, un directivo de IBM pronosticó hace un tiempo que solo la inteligencia artificial que esté libre de sesgos sobrevivirá.


La cuestión es que los algoritmos no nacen en un repollo. Que tengan sesgos también depende de quienes los programan, diseñan, configuran, etc. (y en alguna medida de quienes permitimos que los tengan...).


Pasemos ahora al mundo UX.


 

¿Qué corno es UX?


La traducción al español que nos ofrece Wikipedia de UX (user experience) es "experiencia de usuario". Es la traducción más cómoda, la que no hace ningún esfuerzo por empatizar con nadie, con nombrar a las personas como quieren ser nombradas, por incluir a todas las personas en la comunicación, una traducción que ignora la perspectiva de género, es decir una traducción soberbia, prepotente, comodona, conservadora, retrógrada y demodé. (El sesgo machista en Wikipedia da para otra entrada del blog; por ahora te lo debo).


Traducir UX, o user experience, con otra perspectiva es todo un desafío: ¿"experiencia de uso"? ¿"experiencia virtual/digital/online"?¿"experiencia" y chau? A veces podría ser algo como “¿Cómo es tu experiencia en esta app/sitio?”. Porque se pone el foco en la idea de "experiencia". Claro que era mucho más fácil traducir "experiencia de usuario", pero a quienes nos dedicamos a la traducción y a las lenguas nos gustan los desafíos y siempre aspiramos a algo mejor, en este caso a una opción menos androcéntrica y excluyente que "experiencia de usuario". 

El mundo UX tiene varias áreas y una de ellas es UX Writing, es decir escribir en ese contexto. 

Vi que UX Writing también se está traduciendo como "escritura de producto". Honestamente, si leo eso en español y no sé de qué va la cosa, la expresión me resulta tan oscura como UX Writing, pero en fin: se aprecia esfuerzo. Habrá que seguir pensando.


Por ponerlo de alguna manera y por lo que yo entendí, la SEO (Search Engine Optimazation, optimización de los motores de búsqueda) se ocupa de captar visitantes, lograr que las personas entren en un sitio. La UX apunta a retenerlas y fidelizarlas.


Entonces, en concreto, ¿qué hacen quienes se ocupan de UX? Intentan que los textos (incluso los miniminitextos) que crean logren una interacción positiva con el público objetivo de un producto o servicio en diferentes plataformas y entornos. El foco está puesto en quien recibe los mensajes y en lograr que su experiencia de uso e interacción sea amigable, que la persona encuentre fácilmente lo que busca o que haga fácilmente lo que necesita hacer a través de una página, app, etc., y además, que mientras interactúa la pase bien, que lo haga con gusto, es decir, que tenga una experiencia satisfactoria y agradable (o sea, que no ande a las puteadas con apps, chatbots, etc.).


Ya sabemos que cuando tenemos experiencias agradables, en general queremos repetirlas, entonces vamos a volver a ese sitio, app, chat, etc. Y ese también es el objetivo final; digámosla toda: nadie dedica tiempo y energía a esto por su infinita bondad.


Pasemos ahora a otro aspecto de este tipo de escritura.



¿Cómo se llevan UX Writing y lenguaje inclusivo?

 

Parece que se llevan como la mona. Porque cambiar siempre da trabajo. Es mucho más cómodo hacer las cosas como se hicieron siempre (aunque siempre es mucho tiempo), hablar como se habló siempre (más bien desde hace un montón de tiempo) y escribir como se escribió siempre (claro que no hablamos ni escribimos como hace 100 años o 500 ¿no?). 🤔

 

Para quienes diagraman o diseñan, me imagino que a veces se tratará de agregar un campo o un botón a los dos “tradicionales” para género, por ejemplo: masculino y femenino. [el burro siempre adelante, aunque la “f” esté antes que la “m” en el diccionario… Además, la "a" también está antes que la "o" y sin embargo todos los sustantivos y adjetivos figuran en masculino en el diccionario...]



En formularios interactivos ya hace un tiempo que se empezó a ver "masculino", "femenino", "otro", e incluso "prefiero no responder". Abajo un ejemplo de botones "inclusivos" para la pregunta "¿Cómo describirías tu género?" en inglés:








  • masculino (incluyendo a hombres trans)
  • femenino (incluyendo a mujeres trans)
  • prefiero no contestar
  • prefiero autodescribirme (por favor, especificar)


Aunque, pensándolo mejor ¿será realmente necesaria esa información acerca del género de las personas en todos los formularios? Si se trata de alimentar a los algoritmos para que se utilicen esas informaciones ¿tenemos la seguridad de que ese dato no promueve o reproduce discriminación? Acaso tendríamos que plantearnos qué información es realmente pertinente y modificar muchos formularios desde esa perspectiva, y también averiguar cómo se usan todos los datos con los que constantemente alimentamos las panzas de los algoritmos, para verificar si se está teniendo en cuenta el lado ético de la gestión de nuestros datos.

 

Los sesgos de los algoritmos pueden ser de muchos tipos, no solo de género. Si querés profundizar en el aspecto ético de los algoritmos, podés leer este artículo: 

https://tekiosmag.com/2021/09/20/el-alcance-etico-del-uso-de-datos-y-algoritmos-en-los-servicios-publicos/ 


Ojo de lince


Cuando empezamos a ejercitar el ojo de lince para detectar lenguaje discriminatorio, ese proceso también se vuelve irreversible. 


Si miramos con atención, a veces detectamos algunas paradojas, como la de la imagen (año 2020): la innovación y la transformación digital son puro blablá con perspectiva vieja y sexista. Al decir "mejorar la calidad de vida de los vecinos”, el masculino genérico o universal rechina y no parece fácilmente asociable a las ideas de innovación o transformación digital.





¿Por qué hacer el esfuerzo de escribir y hablar en lenguaje claro, simple y no discriminatorio en UX? 

Ya sabemos que nos va a dar más trabajo, vamos a tener que dedicar más tiempo, atención, energía y creatividad a encontrar las formas no discriminatorias del lenguaje que sean más apropiadas para cada contexto, cada público, cada objetivo y cada situación comunicativa. Entonces, ¿por qué complicarnos la vida?

Una posible respuesta sería:




Pero sobre todo porque no se trata de tecnología, marketing o inteligencia artificial, sino de personas.


Una máxima en UX Writing es que + accesibilidad equivale a - carga cognitiva. Esto lo podemos relacionar con aquella definición de lenguaje claro de PLAIN de la primera entrada de esta serie, la del primer ingrediente de mi spritz lingüístico: el lenguaje claro https://leomadalena.blogspot.com/2021/05/primer-ingrediente-de-mi-spritz.html




¿Qué relación hay entre UX Writing, lenguaje claro y no discriminatorio, y derechos?


Esto parece un matete 😕, pero no lo es 😃:


Parto de una premisa: estoy convencida de que la lengua nunca es ni neutra ni inocente. Yo elijo comunicar empatía, solidaridad y no violencia, por lo tanto voy a tratar de que mi lenguaje:
  • NO refleje opiniones prejuiciosas
  • NO refuerce estereotipos de género u otros
  • NO sea ni racista ni fóbico
  • NO discrimine a las personas por su edad, sus características físicas o mentales, sus habilidades físicas y un larguísimo etcétera
Para lograr ese objetivo voy a tratar de:
  • detectar privilegios y desequilibrios de poder en el lenguaje (binarismo, anglocentrismo, eurocentrismo, androcentrismo, clasismo, blanquitud, y tantos otros -ismos y -udes);
  • cuestionar y quebrar el pensamiento hegemónico dominante;
  • modificar hábitos que fomenten visiones del mundo discriminatorias de grupos vulnerables y no valoren la diversidad.
¡Pavada de trabajo!

Miguelito me dio algunas pistas:




De yapa va este cortometraje, Sunspringcuyo guion fue hecho por una computadora. Parece que al corto le fue bastante bien en un festival en Inglaterra... A mí no me encantó, pero sobre gustos no hay nada escrito, dijo una vieja y tomaba mate en un plato.


También comparto este artículo de Catalina Arismendi: 

https://uxenespanol.com/ux/disenando-experiencias-para-todas-las-personas-ux-writing-content/



Gentileza de Collages EPC

Last, but not least, como mañana, 30 de setiembre (o septiembre, como prefieras) es el Día de la Traducción, pero a mí me parece que un solo día es un poco poco, te invito a mirar la serie de posteos en mi IG (@leonoraasesora) en el mes que está terminando, que decidí bautizar #MesDeLasTraductoras. 

No se trata de excluir a los pocos colegas hombres en la profesión, sino de destacar a la gran mayoría de las colegas, invisibilizadas durante tanto tiempo. 

Espero que si sos traductor, no te sientas ofendido ni excluido y lo tomes como lo que es: una simple provocación juguetona.


¡Feliz Día de la Traducción!








martes, 18 de mayo de 2021

Primer ingrediente de mi spritz-lingüístico: lenguaje claro

 


El 21 de abril de 2021, di el webinar "Debates actuales en torno a la lengua española" por Zoom, desde la plataforma de la Universidad de Bolonia (representación en la Argentina). Lo bauticé un webinar-spritz, aunque la mía no es una receta demasiado ortodoxa.



Webinar es la combinación de web = red, internet + seminar = seminario o charla.

El spritz es un trago que está bastante de moda en Buenos Aires, si bien no está tan instalado como el fernet con coca. Cuando un trago se pone de moda es porque una nueva combinación de ingredientes gusta y se difunde. 

En la lengua pasa algo parecido: todo va cambiando y siempre surgen cosas nuevas a partir de lo que ya existía; hay modas pasajeras y hay cambios vienen para quedarse. Algunos intentos de cambio no funcionan, no gustan (como cuando la RAE trató de imponer las grafías “cederrón”, “bluyín” o “yas”), otros fenómenos lingüísticos se van expandiendo a través de los siglos (como el voseo en tantas partes de América).





     Voseo generalizado de forma oral y escrita

     Voseo oral generalizado

     Voseo coexistente con el tuteo o voseo regional desprestigiado

     Sin voseo

 

Primer ingrediente: lenguaje claro

En esta entrada del blog voy a hablar del primer ingrediente de mi spritz lingüístico: el lenguaje claro. En las próximas entradas voy a ir agregando los otros ingredientes: se va a tratar de una serie de entradas cortas, de lectura rápida.

La definición de lenguaje claro que da PLAIN, la asociación internacional de lenguaje claro, es la siguiente:


De acuerdo con esta definición, para que un texto sea considerado claro, el público que lo lee tiene que poder encontrar fácilmente la información que está buscando, entenderla y usarla.


¿Cuándo decimos que un texto es claro?

Para que un texto sea considerado claro debería ser

  • adecuado al contexto y al público,
  • conciso (- es +),
  • preciso (ni vago ni ambiguo),
  • correcto (sin HERRORES),
  • eficaz,
  • organizado gráficamente,
  • sin neologismos ni extranjerismos (o con pocos),
  • sin jerga, tecnolectos ni siglas (o con pocas, las más conocidas),
  • coherente y uniforme.


Con respecto a la  concisión, se calcula que un texto administrativo no debería tener más de 10 o 15 palabras por oración y que debería tener entre 3 y 8 líneas por párrafo (más o menos, porque no se trata de una ciencia exacta). De más está decir que en un texto claro no debería haber zaraza, chamullo o blablá inútil.

En cuanto a los recursos gráficos, un texto claro con frecuencia juega con distintas fuentes, tamaños y tipos de resaltados como negrita, cursiva, mayúsculas, (con ciertos criterios, tampoco se trata de un carnaval), viñetas, títulos y subtítulos, etc.

En relación con los extranjerismos, hace algunos años la RAE hizo una divertida campaña contra anglicismos en español. Se promocionaron dos productos: un perfume que se llamaba “Swine” y  unos anteojos de sol cuyo nombre comercial era “Sunset Style with Blind Effect”. Imaginen la reacción de la gente cuando recibió el paquetito con el perfume con olor a cerdo o los anteojos negros, pero supernegros, que no dejaban ver nada. 

Sin embargo, todas las lenguas se forman y crecen con préstamos de otras, así que tampoco hay que demonizar a los extranjerismos, porque ninguna lengua es pura, por suerte.

Con frecuencia padecemos textos poco claros o directamente oscuros, sobre todo en lenguaje jurídico y administrativo. Lo contrario de oscuro es claro y yo nunca escuché a nadie quejarse porque un texto fuera demasiado claro… Martín Böhmer es superclaro para explicarlo en este video de un par de minutos: Martín Böhmer lenguaje jurídico claro

Según una encuesta encargada por el Defensor del Pueblo en España, en 2017, el 43% de la población dijo no entender el lenguaje administrativo. Casi la mitad de la población: ¡un montón!

Lenguaje claro y lectura fácil

No hay que confundir lenguaje claro con lectura fácil. El lenguaje claro apunta a toda la población lectora, no está pensado para un grupo de personas en particular que tenga dificultades de comprensión de algún tipo. La lectura fácil apunta a algunos grupos que, por algún motivo, tiene alguna dificultad para comprender; a veces es necesario adaptar textos para que sean comprendidos de manera más fácil por esos sectores de la población. El objetivo es el mismo, pero el lenguaje claro es más amplio; no se trata de simplificar o de adaptar, sino de usar recursos normales de la lengua y del diseño para que quien lee entienda fácilmente lo que está leyendo.

A través del tiempo y del espacio

Parece que en Gran Bretaña el tema de la comunicación clara ya había preocupado bastante a Churchill durante la Segunda Guerra Mundial. En los EE. UU., Carter, Clinton y Obama intentaron que la administración pública se comunicara en un lenguaje tan claro y simple como fuera posible. No sé qué tanto éxito tuvieron.

El tema es tan importante que en muchos países hace tiempo que se intenta mejorar el lenguaje en el que la administración pública se comunica con su ciudadanía. En esta corriente podemos inscribir las versiones más recientes de las constituciones de varios países, que están redactadas en lenguaje claro. En Sudáfrica, por ejemplo, la Constitución de 1996 está redactada en lenguaje claro y fue traducida a 11 idiomas que se hablan en ese país. Otra de las ventajas del lenguaje claro es que facilita la traducción.

En Suecia el tema de la claridad en las comunicaciones es tan esencial que ningún documento gubernamental puede publicarse si no tiene el OK de un grupo de expertos en lenguaje claro.

En la Argentina existe la Red de Lenguaje Claro, que integro individualmente y también a través de PLECA, la joven y dinámica asociación que nuclea a las correctoras (que me disculpen mis poquííísimos colegas correctores plequenses por este uso infrecuente del femenino genérico) y de la cual integro la Comisión Directiva desde mayo de 2021.


«Los objetivos del desarrollo sostenible deben estar orientados a la acción, ser concisos y fáciles de comunicar»

No solo los gobiernos y las instituciones se vienen ocupando seriamente de lenguaje claro, también las empresas y los bancos hace tiempo que están invirtiendo recursos en este tema. Algunos bancos, por ejemplo, invierten en comunicación porque quieren mejorar esa imagen negativa de la “letra chica”, mostrando que asumen una mayor responsabilidad en cuidar los intereses de su clientela al brindarle información más clara.

Lenguaje claro y pandemia

En 2020, con la pandemia, la necesidad de que nos hablen claro se volvió más imperiosa y urgente que nunca, si bien siempre tenemos derecho a recibir información clara, no solo en situaciones excepcionales. Como usuaria, ciudadana, clienta y consumidora tengo derecho a que me hablen claro, y tengo que exigirlo, porque a veces parece que invertir en buena comunicación es accesoriopero no lo es. Si no me hablan claro, están lesionando mi derecho a entender.

Pensando en este tema, cuando empezaba el año 2021 publiqué esta foto en mis redes sociales.

En la próxima entrada del blog voy a hablar del segundo ingrediente de mi spritz: el lenguaje no discriminatorio. En realidad hice un poco de trampa: en el flyer de la charla puse a propósito #lenguajeinclusivo, porque es un tema todavía bastante polémico y a mucha gente se le pone la piel de gallina apenas se menciona, pero en realidad el segundo ingrediente es más amplio que el lenguaje inclusivo, se trata de lenguaje no discriminatorio. Por ahora la dejo ahí, picando, para generar un poco de suspenso: chan-chan-chan-chán.

¡Hasta la próxima entrada del blog! 😉 Gracias por leerme.😃Si quieren, pueden dejar algún comentario, que responderé con gusto, y también pueden compartir libremente el contenido. 🌻

 

 

sábado, 6 de marzo de 2021

Cuestión de género



La duda (Lacy Duarte, MNAV, Montevideo)

Se acerca el 8 de marzo y se aceleran las sinapsis en relación al tema de la brecha de género.

Hace poco le pedí a una pareja de estudiantes de español para extranjeros que escribieran 10 personajes argentinos/as o uruguayos/as en 2 minutos. Él escribió 13 personajes masculinos de 14. Ella 8 de 10.

En un examen oral de español que tomé hace poco, una estudiante italiana eligió hablar de Evita Perón. Conversando acerca de las mujeres en política, le pregunté si le parecía que Italia tendría una presidenta del Consejo de Ministros o una Presidenta de la República en el corto plazo. Me contestó que en su opinión a Italia le faltaba mucho para algo así todavía. La estudiante tiene 19 años y se mostró muy decepcionada.

Esas formas de representación prevalentemente masculinas en el pensamiento también se ven reflejadas en nuestro lenguaje. Cuando hablamos elegimos todo el tiempo entre formas más prestigiosas y formas a las que les adjudicamos menor valor.

Otro ejemplo: me llamó la atención que cuando se comentaban los nombres de los futuros ministros del nuevo gobierno de Mario Draghi, en casi todos los medios italianos se hablaba del “Segretario della Farnesina, Elisabetta Belloni”.

¿Por qué se mantienen algunos usos absurdos de la lengua, como decirle segretario a una mujer, cuando existe la palabra segretaria? Es cierto que secretaria tiene menos prestigio que secretario. Sin embargo, apuesto a que con el tiempo la forma segretaria perdería esa carga de inferioridad frente a segretario si se difundiera el uso de segretaria para cargos "figos", como dice la lingüista Vera Gheno en Femminili singolari. (https://www.illibraio.it/news/saggistica/femminili-singolari-femminismo-parole-1257690/)

¿Será por pereza que se prefiere elegir segretario para una mujer? ¿Será porque cambiar siempre implica un esfuerzo y es más cómodo seguir como hasta ahora? ¿O porque ese cambio implica otros muchos cambios peligrosos para el andamiaje patriarcal de la sociedad? ¿Ceder al cambio en el lenguaje podría hacer tambalear otras rígidas estructuras?

Hace algunos años se habló del Ministro Emma Bonino, la primera mujer en el cargo de Ministra de Relaciones Exteriores de Italia. ¿Cuál sería la justificación para tener que decir “el ministro” y no “la ministra” en italiano? La respuesta de la Accademia della Crusca en 2013 fue la siguiente: https://accademiadellacrusca.it/it/contenuti/la-crusca-risponde-il-ministro-o-la-ministra/6073 

¿Presidente o presidenta? ¿Secretario o secretaria?¿Jueza o juez? ¿Piloto o pilota? ¿Generala o general? ¿Vos o tú? ¿Vos/tú o usted?

Lacy Duarte, esculturas en madera


Hace poco un amigo italiano me mandó un par de esos textos anti-lenguaje-inclusivo que circulan por ahí, que reproduzco textualmente, con faltas y todo:

PAREN LA ESTUPIDEZ "CHIQUES"🤦‍♀️

El otro dia me senté en un restaurante con una amiga. Llega la encargada de atendernos, nos saluda con una sonrisa y se da el siguiente diálogo:

- Hola chiques!

- Chiques? le dije yo, también con una sonrisa.

- Así es, somos un restaurante inclusivo! (dijo con orgullo).

- Mira que bien, me viene estupendo entonces, porque en un ratito viene un amigo que es ciego. Tienen la carta en Braille?

- Ay no, eso no tenemos.

- ah ok viene mi señora pero viene con mi hija, que es Asperger. ¿Carta con pictogramas para la gente autista, tienen?

- no, perdón… Me dijo visiblemente nerviosa.

- No te hagas drama, suele pasar. Me imagino que lengua de señas para los clientes sordos deben saber... cierto?

- La verdad me estás matando. (me contesto sonriendo nerviosa).

Ella ya no estaba cómoda, sonreía con vergüenza, un poco de culpa, y un poco de malestar también. Y ahí le dije:

- No te hagas drama, suele pasar. Pero entonces lamento contarte que no son un local inclusivo, son un local progre de cotillón, parte del triste relato que está de moda. En el caso de tu local, esta gente no podría hacer algo tan básico como comunicarse y pedir de comer o beber.

Quieres ser inclusivo? Incluye a todos ellos, y todos los que el sistema directamente no da lugar. Es difícil, si y mucho, pero no debemos ser tan hipócritas como sociedad... una E no te hace inclusivo

Y después me mandó este otro:

Lo que es increíble es que donde hay una palabra sin género que termina con E, le terminan poniendo la A...Como Presidenta!

En todo caso debería haber presidento también🙁

Y cuando una mujer está demente, debería estar de menta?Y remitente debería ser remitenta?

En todo caso si existen las personas, deberían existir los personos...

Le reenvié una entrevista a Santiago Kalinowski, lingüista y lexicógrafo que dirige el Departamento de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas de la Academia Argentina de Letras, de la cual destaco la introducción: Dice (Kalinowski) que el lenguaje inclusivo es un hito discursivo que va a ser asociado con esta época de la humanidad. Pero también que ningún grupo minoritario, por más poderoso que sea, puede cambiar la gramática de una comunidad. Entonces, aclara, “no es un fenómeno de cambio lingüístico sino que es un fenómeno retórico” que es “la configuración discursiva de una lucha política”. “El objetivo del inclusivo no es cambiar la gramática, no le importa. Hay gente que puede decir que sí, pero en realidad es una intervención que lo que busca es terminar con mujeres asesinadas, mujeres que cobran menos por el mismo trabajo, mujeres que no pueden caminar por la calle tranquilas”, dice el lingüista y lexicógrafo Santiago Kalinowski, metiéndose en el debate sobre el lenguaje inclusivo con argumentos científicos y mirada política. (La entrevista completa en https://www.pagina12.com.ar/241461-santiago-kalinowski-prohibir-la-e-es-persecucion-politica)

Mi amigo me contestó que “es agotador todo este tema… hay tantas cosas más importantes para cambiar”. Tiene razón: es agotador, porque cambiar implica un esfuerzo. Además, pensar da más trabajo que no pensar. Paradójicamente, la energía que se gasta en tratar de impedir cambios, descalificar o burlarse es mucho mayor que la que se gasta en reflexionar y tomar una posición crítica propia.

¿Usar la “e” o no usar la “e”? Parece que that is the question. Pero no es ese el tema. Yo personalmente uso pocas veces la “e” y solo en ciertos contextos: a veces como provocación (no puedo con mi genio) y sobre todo en ámbito familiar, con mis hijas veinteañeras, sus amigues o con personas jóvenes en determinadas situaciones. Sin embargo, hace bastante tiempo que hago el ejercicio de detectar usos sexistas del lenguaje, y otros usos discriminatorios, no solo sexistas, y trato de evitarlos. Es un trabajito, pero supongo que ese tipo de ejercicio es saludable.

Por suerte, en español, a pesar de todo, creo que avanzamos bastante en las últimas décadas. Parece lejanísimo el estéril y a veces virulento debate acerca de la forma “presidenta”. Ministra, médica, arquitecta, jueza y tantos otros femeninos se fueron abriendo camino, no sin obstáculos, y pisan fuerte en el uso.

Siguiendo con esa línea metafórica, el otro día caminaba por la orilla del mar y se me ocurrió que la tan ansiada equidad de género también se planta firme en la orilla del océano lingüístico, que nunca se detiene, que siempre cambia y siempre sigue siendo mar; la tan ansiada equidad de género camina por la orilla, se moja, las olas la vapulean, a veces parece que la van a derribar, pero sigue avanzando; la tan ansiada equidad de género moja y salpica, refresca y estimula.

Olas en la playa Brava de Pta. Colorada, Uruguay 04032021 (video propio LM)

Cerrar la brecha de género lleva tiempo, esfuerzo, energía y determinación, de parte de todas las personas de todos los géneros que quieran salpicarse en la orilla de este maravilloso mar.


Fotos propias LM 04032021

Para celebrar este 8 de marzo de 2021 elegí esta canción vintage muy vigente: mi tema del verano Willie Colon y Soledad Bravo Déjala bailar ¡No dejen de escucharlo muy fuerte y de sacudir el esqueleto!

Para cuando se sienten a descansar, después de haber bailado un rato, dejo algunos datos recientes de la brecha de género en Uruguay:

“...la situación no ha cambiado mucho y el mapa muestra que las mujeres políticas se siguen enfrentando a distintos techos de cristal que hacen que el país se mantenga como uno de los más rezagados de la región en esta materia. Las elecciones de octubre de 2019 dejaron conformado un Parlamento con 26,6% de representación femenina en el Senado y 19% en la Cámara de Representantes. A nivel del Poder Ejecutivo, el gabinete quedó integrado por sólo dos ministras, de un total de 13: Azucena Arbeleche en Economía y Finanzas, e Irene Moreira en Vivienda y Ordenamiento Territorial.” 

Tomado de La Diaria, 28 de octubre de 2020: https://ladiaria.com.uy/feminismos/articulo/2020/10/mujeres-politicas-de-distintos-partidos-analizaron-desafios-y-oportunidades-en-el-camino-hacia-una-democracia-feminista/

En el siguiente video #MujeresUruguay Banco Mundial 2021 aparecen algunas informaciones que igual resumo a continuación:

  • el PIB podría ser hasta un 13 % mayor si las mujeres participaran en el mercado laboral igual que los hombres;
  • Uruguay produciría hasta USD2100 más por persona;
  • solo la mitad de las mujeres uruguayas participa en el mercado laboral;
  • las mujeres ganan un 31 % menos que los hombres por el mismo trabajo;
  • las madres están en mayor desventaja: diez años después de haber tenido su primer hijo, las mujeres ganan un 41 % menos que sus pares sin hijos;
  • las mujeres ocupan el 11 % de los cargos directivos y son dueñas del 12 % de las empresas.

 

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Un tema distinto al de esta entrada, pero parecido, pasa con el voseo. Es considerado menos prestigioso y elegante, incluso en ámbitos de informalidad, en América, en los países donde coexisten las dos formas, el “tú” y el “vos”: sobre este tema comparto este interesante análisis Uso de "vos" en Mexico

Pero este asunto queda para profundizar en una próxima entrada del blog ;)

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¡FELIZ DÍA DE LAS MUJERES!

TAMBIÉN FELIZ DÍA PARA TODAS LAS PERSONAS DE CUALQUIER GÉNERO QUE BUSCAN LA JUSTICIA

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