Mis impresiones, absolutamente
subjetivas, derivan de mi limitadísima experiencia personal: una vez fui a
Rosario y sentí que los rosarinos son los argentinos más parecidos a los
montevideanos. Algo parecido sentí en
Lisboa, que para mí es la ciudad más montevideana de Europa.
A Rosario fui para el Congreso de
la Lengua Española, en 2004. No iba con grandes expectativas con respecto a la
ciudad: me habían dicho que no era linda. Sin embargo, me gustó. El paseo que
bordea el río resultó muy agradable; el complejo cultural de los españoles era
moderno y cálido, funcional y armonioso; el centro estaba muy cuidado y de
fiesta; la peatonal, los barcitos y los restoranes estaban repletos de gente
alegre. Y había propuestas culturales por todos lados.
Lo que más recuerdo del congreso es
el acto inaugural en el Teatro El Círculo. Si ya tenía pocas expectativas con
la ciudad, tenía menos aun con los discursos de ese acto. Como con la ciudad,
también me equivoqué. En mi memoria quedaron dos discursos, el primero, de mi expresidente, el uruguayo Julio
María Sanguinetti, y el otro, del escritor rosarino Roberto Fontanarrosa.
Del discurso de Sanguinetti no
recuerdo el contenido, pero sí lo que pensé al oírlo: “Podré no estar de
acuerdo con algunas de sus ideas, pero nadie puede negar que sabe cómo
expresarlas”. Era un hábil orador, un liberal culto perteneciente a un partido
que supo ser progresista y laico hace un siglo.
Pero el discurso que disfruté más
—diría que probablemente fue lo mejor del congreso—, fue el del negro
Fontanarrosa.
Todo este preámbulo
autobiográfico me sirve para introducir un tema relacionado con la lengua
española: el tratamiento de las abreviaturas, los símbolos, las siglas y los
acrónimos. Fontanarrosa me va a asistir con unas líneas de su cuento “Periodismo
investigativo”, del libro La mesa de los
galanes:
Alcira Silvia
Rinaudo venía de declarar en Tribunales y estaba un poco alterada. Lo conocía
al Pocho desde los tiempos en que toda la Facultad de Ingeniería con el
FRENJUTED incluido se había pasado al FREPEJU, pero pocas veces lo había visto
tan nervioso. (…) Vieja militante del POCINO, sabía recalar en Cinta Verde por
los años 70, había adherido al ESTEPO tras la caída de Juan Carlos “Oruga”
Pando como Secretario de la Secre y ahora vivía un moderado esplendor como
consejera de Francisco Casarubia en la Comisión Programática Pro Recuperación
del Afiliado que operaba conjuntamente con el Programa Pro Propaganda, el
PROPROPRO.
Abreviaturas, símbolos,
siglas y acrónimos
- El principio de colaboración con el lector es más importante que el principio de economía.
- El principio de economía tiene que estar justificado.
- El lector debe poder reponer lo que falta.
Las
NCCN incluyen la determinación de RAS antes de un anti-EGFR en CCRm
La guía americana plantea la combinación estándar de cetuximab más
folfox en primera línea (La Gaceta Médica,
19/09/2014)
Símbolos y abreviaturas
Símbolos
- son representaciones de palabras científicas o técnicas (kg, S, Na, cm)
- son convencionales y fijos
- no llevan punto (3 kg)
- no tienen plural (3 kg)
- se deja espacio entre la cifra y el símbolo (3 kg)
- algunos con mayúscula y otros con minúscula (S, NE, kg)
Abreviaturas
- casi de cualquier cosa (p., pág., atte., c/c, S. A.)
- son irregulares e inestables, puede haber varias para una misma palabra (p., pág.)
- llevan punto SIEMPRE
- el plural se puede formar con “s” o duplicando letra (págs., EE. UU.)
- se deja espacio entre un elemento y otro cuando tienen más de un elemento (EE. UU.)
- respetan el uso de tildes y mayúsculas (págs., Cía.)
Adecuación al contexto: en
una receta de cocina se puede usar la abreviatura (100 gr.), pero en el
informe académico de un experimento
se usa el símbolo (100 g).
![]() |
En un informe de un experimento en ámbito académico o técnico, para expresar unidades de medida, se usa el símbolo y no la abreviatura. |
Las siglas y los acrónimos, a diferencia de las abreviaturas, no llevan punto.
Siglas
- Se lee cada letra o número (DNI, ONG, ADN, G7, 3D).
- Nunca llevan tilde.
- Se leen de corrido, como cualquier palabra (RAE, FIFA, ONU, Unicef, Unesco, CONADEP, ANSES, PAMI).
- Llevan tilde (Fundéu).