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lunes, 8 de agosto de 2022

¿Glotoquééé??? (Crónicas de un congreso de glotopolítica, 2)


Continuación de la crónica del V CLaGlo (Congreso Latinoamericano de Glotopolítica)

Muro cubierto de afiches con "estética chicha": colores flúo, letras grandes y estilo psicodélico años 70, en una calle de Lima. Se ve a un transeúnte pasando por la vereda.
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Lima_-_Comas_15P1020088.jpg#/media/Archivo:Lima_-_Comas_15P1020088.jpg


Niebla en Montevideo


El segundo día del congreso, la densa niebla que había impedido que algunas personas llegaran a Montevideo para el evento, se disipó y el último día, o más bien la última noche, el congreso se pobló de colores flúo y música chicha.

A continuación algunas impresiones y reflexiones a partir lo que vi y escuché en los últimos dos días de mi maratón glotopolítica (un extracto, nada más).

Lenguaje inclusivo e identidades

Paula Salerno contó su experiencia, junto a un equipo de asesoras-lingüistas, en una fundación argentina que se ocupa de políticas públicas. Las habían contactado por Instagram para mejorar la comunicación en cuanto a la inclusión de género. La articulada propuesta del equipo de lingüistas preveía actividades muy dinámicas, y momentos de reflexión y debate. Lo primero era que las personas de la fundación detectaran el masculino genérico en los textos que producían. Después había que ver cómo reescribirlos de una manera más inclusiva. Lo más positivo fue que el equipo logró sembrar el interés por el tema, y las personas de la fundación siguieron dándole vueltas al asunto. Me parece que este tipo de propuestas va en la dirección de la que habló José del Valle en el cierre del congreso [ya voy a llegar a eso, calma], para decirlo de manera poco académica: bajar la pelota a la cancha, arremangarse, embarrarse y darse un buen baño de realidad. Coincido plenamente con ese enfoque.

Ernesto Cuba contó acerca de su estudio de la cuestión lingüística no binaria en el contexto del activismo trans en Lima. Nos dejó pensando en las muchas aristas que presentan las prácticas lingüísticas... como la realidad.

Virginia Zavala describió el reciente y sorprendente fenómeno de nuevos aprendientes de quechua en zonas urbanas de Perú, el rol del quechua en la construcción de un sujeto emprendedor y multicultural en contexto de crecimiento económico neoliberal e ideología de marca, y el quechua como recurso en un cuerpo blanco no racializado. 

Un país chiquito

Acá viene la digresión personal:
Pasé muchos años fuera de Uruguay, así que aproveché para ver en qué andaban por esos pagos. La primera grata sorpresa fue entrar por primera vez en la actual sede de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, de la Universidad de la República, en Montevideo. Egresé de la UdelaR en los primeros años después de la dictadura y en mi memoria las instalaciones eran horribles, sucias y decadentes. Tengo anécdotas bastante asquerosas, que no voy a contar aquí. Estudiar en esas instalaciones era un sacrificio que hacíamos con el entusiasmo propio de quien se banca cualquier cosa para aprender. En la sede actual de la Facultad de Humanidades ¡había calefacción! Algo impensable a mediados de los años 80, cuando iba con medias cancán largas abajo de pantalones, botas y cuarenta capas de ropa, e igual salía entumecida a las 22.30, después de estar horas sentada en un iglú . ¡Ahora también hay proyector y wifi en todas las aulas! Y lo más importante de todo: ¡hay papel higiénico en el baño!!! Realmente no lo podía creer. No sé cuánto durará todo eso, dado que en la última rendición de cuentas el actual gobierno propone 0% de aumento para la universidad pública y gratuita... 

Volviendo al congreso, me gustó mucho la comunicación de Germán Canale, que relacionó crítica, praxis y transformación. Mencionó el impulso que se le dio desde los años 90 a una autocrítica dentro del campo del análisis del discurso, una reflexión crítica hacia adentro, a los estudios que dejan de lado las prácticas sociales, y una apuesta a ampliar los horizontes para lograr una crítica generadora o proactiva
Germán ilustró la idea de revaloración de los micro-espacios al relatar su experiencia de acompañamiento a una docente de inglés en Uruguay, en el contexto del Plan Ceibal (el primer programa de informatización escolar universal, que entregó una computadora a cada niña/o hace 15 años, cuando gobernaba el Frente Amplio). Al principio, el Plan Ceibal tenía como objetivo democratizar y universalizar el uso de la tecnología desde la escuela y después amplió ese objetivo a democratizar y universalizar el inglés y la tecnología en la enseñanza. 
Germán relató el proceso a través del cual la docente fue modificando la actividad didáctica, que consistía en usar el árbol genealógico para enseñar el léxico relacionado con la familia. 
El primer año de la experiencia, la actividad preveía imágenes que mostraban un árbol genealógico modélico de parejas de abuelas y abuelos, padres y madres, hijas e hijos. Se empezó por detectar instancias de reproducción de ideologías conservadoras, heteronormativas y hegemónicas en los libros de texto de inglés que proponían esas imágenes de familia. 
Al año siguiente, al proponer la actividad, se agregaron imágenes de otras familias, con hijas/os de distintas parejas y con hijas/os de una pareja de dos madres, por ejemplo. 
Al final, la tarea de dibujar el árbol genealógico cambió radicalmente: la docente pidió que sus estudiantes dibujaran un árbol similar a cualquier árbol: irregular, con un tronco y múltiples ramas asimétricas, y no con los casilleros rectangulares para rellenar, de los típicos árboles genealógicos. Así, cada estudiante tenía que decidir cómo representar a su propia familia en el árbol que dibujaba. 
Me quedé con una idea mágica que Germán manejó al final de su comunicación: "valorar los eventos banales de la comunicación cotidiana".


Graciela Barrios analizó el discurso de algunos textos legislativos relacionados con la prescripción y la prohibición de usos lingüísticos, enmarcando su análisis en el proceso político de construcción de la identidad lingüística uruguaya. En particular, se refirió a proyectos de ley, circulares y resoluciones oficiales acerca del lenguaje inclusivo. 

Verónica Vera Izeta señaló la intervención conjunta del poder político y el poder mediático para frenar el avance del lenguaje inclusivoa partir de un artículo periodístico de 2018, "¡Arriba les que luchan!", publicado en el diario El País, de Montevideo. Recordó a Arnoux y Del Valle al referirse a las representaciones ideológicas sobre la lengua y a los fenómenos del lenguaje atravesados por el poder, la legitimidad y la autoridad, que pueden reforzar y reproducir la desigualdad social. Concluyó que, en el caso uruguayo, las élites simbólicas operaron en conjunto para defenderse de un cambio social, no de un cambio lingüístico.

Música chicha y castañuelas

El congreso había empezado en medio de una densa niebla y terminaba el miércoles de noche, bajo una fría lluvia intermitente. 

Durante la presentación de Ivette Bürki, el somnoliento y exhausto auditorio pegó un salto con la irrupción a todo volumen de la música chicha de Perú. 

Las palabras de cierre estuvieron a cargo de José del Valle, el pergeñador del congreso. El español hizo una especie de llamamiento a la autocrítica y a la reflexión del variopinto mundillo glotopolítico, y me quedé con las siguientes líneas de acción que sugirió:
  • apuntar a un horizonte conceptual más que a un marco teórico, 
  • hacer un esfuerzo de teorización sin apuntar a ortodoxias, 
  • intensificar el contacto entre disciplinas, sin dejar de sentir la aspereza que existe entre las diferentes superficies disciplinarias.



Bañera de derecha y ducha de izquierda

Acá viene la reflexión polémica: Engancho esas ideas finales de Del Valle con la comunicación que habían presentado Lidia Beker y Paulo Aniceto, en la que contrapusieron lenguaje claro (incluyendo en el mismo cóctel a la lectura fácil) y lenguaje inclusivo de género. No es la primera vez que veo esta línea de pensamiento en un sector del mundo académico y sigo sin entender los fundamentos de esa tirria. Me acordé de una canción de Giorgio Gaber, un cantautor italiano, que cantaba en los años 70 que la bañera era de derecha y la ducha de izquierda...: Giorgio Gaber, "Destra e sinistra". ¿El lenguaje claro es de derecha y el lenguaje inclusivo, de izquierda?



Más o menos todo el mundo escuchó hablar del lenguaje inclusivo en los últimos años. Creo que está más difundido que el lenguaje claro y la lectura fácil. También es frecuente que se confunda a los dos últimos. Muy sintéticamente (que me perdonen las personas especializadas), el lenguaje claro apunta a una ciudadanía con un nivel de lengua B1, sin jerga ni lenguajes de especialidad, pero sin adaptación; la claridad se logra a través de recursos retóricos, léxicos, gramaticales, sintácticos, de diseño y de estructuración de los textos. Los ámbitos de aplicación son prevalentemente el lenguaje jurídico y administrativo, y también el ámbito privado (estoy pensando en evitar la famosa letra chica de un contrato con un banco o una aseguradora, por ejemplo) y el objetivo es que cualquier persona alfabetizada y sin dificultades cognitivas pueda acceder y comprender información útil, que le permitar ejercer plenamente sus derechos. El público destinatario de textos en lectura fácil está constituido por personas con dificultades de lecto-comprensión debidos a algún tipo de discapacidad física o cognitiva (permanente o temporal), personas no alfabetizadas, etc. La lectura fácil implica una adaptación del texto, según tres niveles: el nivel 1 corresponde más o menos a un nivel de lengua A1, y contiene muchas ilustraciones o imágenes y poco texto, el nivel 2 corresponde a un nivel A2 y el texto tiene aproximadamente un 50% de ilustraciones y un 50% de texto, y el nivel 3 corresponde, en líneas generales, a un B1, y tiene más texto que ilustraciones.
 
En la comunicación de Beker y Aniceto se mostraba una imagen del presidente de la RAE elogiando el lenguaje claro. Ahora bien: ¿si a la RAE le gusta el lenguaje claro, entonces hay que estar en contra? No razono en esos términos. Y eso no implica que deje de criticar muchas intervenciones de la RAE, como de hecho hago constantemente.
Tampoco creo en teorías complotistas que imaginan que detrás del lenguaje claro hay objetivos ocultos relacionados con los buscadores y los algoritmos, que en última instancia favorecerían la globalización neoliberal capitalista en el mundo. 
Yo uso los buscadores, ¿quién no?, y si encuentro más fácilmente lo que busco, estoy más que contenta. Y hago lo que puedo, desde mi lugar, para contrarrestar la globalización neoliberal capitalista.
Tampoco veo con recelo el avance de la informática, los algoritmos y los buscadores. Cuando estudiaba traductorado, en los años 80, ya se hablaba de que nos íbamos a quedar sin trabajo por la traducción automática. Y acá estamos, vivitas y coleando, sin tener que disputarle nada al traductor de Google, usando cotidianamente herramientas informáticas para nuestro trabajo, porque traducir no es pasar palabras de una lengua a otra, es algo muuucho más complejo. (En esos primeros años del retorno a la democracia, además, fui delegada estudiantil, porque siempre creí que es mejor hacer que criticar).
La verdad es que yo creo que el lenguaje claro, la lectura fácil y el lenguaje inclusivo de género son complementarios, no antagónicos o... excluyentes. 
No me fascina el adjetivo "inclusivo", porque implica que hay un grupo hegemónico que "incluye" a otros grupos no hegemónicos, de arriba hacia abajo, de manera condescendiente, con un dejo de arrogancia (el mismo dejo que percibo en cierta academia). 
En fin, me parece que las posturas de un sector de la academia van en la dirección contraria a la que propuso José del Valle en su mensaje de cierre del congreso, en cuanto al desarrollo futuro de la glotopolítica.

Justo cuando estaba escribiendo esta crónica, me crucé con un post de Paola Jelonche (Visibilia), que decía: "Monopolizar el conocimiento no sirve para construir comunidad". Me hizo acordar a mi experiencia personal en la administración comunal de un pequeño pueblo del norte de Italia, Vanzago. El intendente al que acompañé, Roberto Nava, hablaba todo el tiempo de construir comunidad, y lo ponía en práctica en cada uno de sus actos públicos y administrativos. Aprendí mucho. Y esa enriquecedora experiencia en la cancha me hizo confirmar lo que hacía tiempo había aprendido: que es mucho más fácil criticar que hacer. 

¡Viva Chile, carajo!

Quedaron muchas ponencias, comunicaciones y experiencias sin relatar en esta crónica del congreso de glotopolítica de Montevideo en 2022. 

Agradezco infinitamente a quienes organizaron el congreso la oportunidad que me dieron de mover las neuronas lingüístico-políticas y ver cómo se están agitando otras muchas neuronas lingüístico-políticas en el universo iberohablante.

El próximo congreso de glotopolítica se va a celebrar en la Facultad de Ciencias Políticas (y no de lingüística) de la Universidad Diego Portales, de Santiago de Chile, en 2024. ¡Pa'Chile me iré, cruzando la Cordillera!


Yo, Leonora, estoy en el medio entre dos chicas jóvenes, y tengo puesto un poncho marrón claro y color crema.
Con dos amigas brasileñas, luciendo el poncho que le robé a mi hija.




miércoles, 11 de agosto de 2021

Lenguaje no discriminatorio (parte 2)

 Paseo no discriminatorio por diferentes lenguas



El norte arriba: oh, yeah!


Empiezo por el inglés, la indiscutida “lengua del imperio”, la que más se estudia como lengua extranjera en el mundo (nº 1), la que más se habla por número total de hablantes entre quienes la tienen como primera o segunda lengua (nº  1), es decir la que más se parece a una lengua franca hoy en día. Si consideráramos solamente a las personas que tienen al inglés como primera lengua o lengua materna, quedaría en tercera posición (nº 3) después del chino mandarín y el español.

 

LENGUA QUE MÁS SE ESTUDIA COMO LENGUA EXTRANJERA: INGLÉS Nº 1

TOTAL DE HABLANTES COMO PRIMERA O SEGUNDA LENGUA: INGLÉS Nº 1

 

TOTAL DE HABLANTES COMO PRIMERA LENGUA O LENGUA MATERNA: 

CHINO MANDARÍN Nº 1

ESPAÑOL Nº 2

INGLÉS Nº 3

 

¿Qué está pasando en la actualidad con el lenguaje no discriminatorio en inglés?


En inglés, hoy se usa bastante el pronombre they como singular no marcado, es decir, para nombrar en singular a alguien que no se identifica como hombre ni como mujer, sin tener que recurrir al desdoblamiento he/she. Ej.: Ask a friend if they could help you.


Si bien el they para singular ya lo usaban Chaucer, Shakespeare, Jane Austen y Emily Dickinson, en los últimos años se agregó su uso para nombrar a personas que no se identifican ni con el género masculino ni con el femenino. En 2015, el American Dialect Dictionary lo designó palabra del año; entró en el diccionario Oxford en 2013 y en el Websters en 2017.



    Línea del tiempo tomada de Joanna Richardson

 

 

Los diccionarios recogen (o deberían recoger) el uso, describir los fenómenos lexicales y morfológicos, los cambios y corrimientos semánticos. Empleamos nuevas formas todos los días, de acuerdo con muchas variables, según las necesidades de una cantidad significativa de hablantes de nombrar algo que antes no existía o que no tenía nombre (como banear, googlear, app, etc.), o darles nuevas acepciones y usos a términos o expresiones que ya existían (“sala de espera” virtual, por ejemplo, en Zoom).

 

También podemos reírnos un ratito con este tema:


Morgan Freeman y el lenguaje no binario en El método Kominsky 2021 (advertencia nº 1 para el público: hay escenas que pueden impresionar; advertencia nº 2: se recomienda tener a mano un pañuelito para secar las lágrimas provocadas por la risa; advertencia nº 3, más bien una sugerencia: se recomienda ver toda la serie).

 

Viajemos ahora a Suecia


En 2014, la Academia Sueca de la Lengua oficializó el uso del pronombre neutro hen, que ya usaban las feministas en sueco desde los años 60 y que proviene del finés. Por lo tanto, las comunicaciones oficiales suecas usan este “nuevo” pronombre desde hace varios años. Parece que al principio costó un poco (tampoco tanto, ya que después de monitorear su uso durante cinco años, lo incorporaron al diccionario) y ahora ya está bastante asimilado.


Para profundizar en el tema del nuevo pronombre sueco, ver: https://www.efe.com/efe/america/cultura/la-academia-sueca-admite-un-nuevo-pronombre-para-el-genero-neutro/20000009-2586042

 

Sigamos paseando por el norte, y más precisamente por la vieja y multilingüe Europa. Vayamos a la bota, una de mis “matrias”. En italiano, actualmente se están barajando algunas hipótesis de cambios morfológicos para evitar el masculino genérico, aunque hay que reconocer que nel bel paese la tienen bastante complicada por diferentes motivos, no solo lingüísticos...


Desde lo morfológico, la formación de plurales y femeninos en italiano hace que la elección de una vocal como género no marcado sea más difícil, porque todas las vocales ya están “ocupadas” (en realidad, se manejó la hipótesis de la “u”, aunque creo que esta propuesta no está prosperando mucho; sonaría un poco como si se hablara todo el tiempo en lengua sarda, que tiene muchas palabras terminadas en "u" 😂).


Otra de las opciones, que impulsa la lingüista Vera Gheno, es la adopción de la schwa (ə), una vocal neutra inacentuada, por lo general átona en distintas lenguas (¡Uf! ¡Cuántos tecnicismos!). El símbolo gráfico pertenece al alfabeto cirílico y se usa también en abjasio, turco, baskir y kasajo (tendría que confirmar este dato con Din, un estudiante kasajo que tuve hace poco 🤔). Es el equivalente de la letra latina æ. 


La schwa es el sonido vocálico más común en inglés. Se trata de un sonido vocálico muy breve y neutro, que cambia según las consonantes que lo preceden o lo siguen (la /a/ en about, la /o/ en synonym, /er/ en teacher, /or/ en doctor, etc.). Muchas lenguas tienen sonidos parecidos a la schwa. Vera Gheno lo explica en italiano en menos de 10 minutos en este videíto: Vera Gheno sobre la schwa


En francés, parecería que la propuesta más popular entre quienes buscan evitar el masculino genérico es la de intercalar uno o más puntos antes de las desinencias. Ejemplo: Roy est considerée par le New York Times comme l’un.e des 20 auteur.e.s anglo-saxonn.e.s les plus significatif.ve.s du XXle siécle.

 

El caso de Portugal: lenguaje no discriminatorio, leyes y honestidad

 

El 20 de mayo de 2021, el Conselho Económico e Social de Portugal presentó el Manual de Lenguaje Inclusivo:

https://www.ces.pt/storage/app/uploads/public/60a/bcf/01a/60abcf01a49a6966725992.pdf.

 

Ese documento busca ser una referencia para la comunicación inclusiva y para ello se inspira en orientaciones normativas nacionales e internacionales que apuntan a promover igual visibilidad entre hombres y mujeres.


Quiero detenerme un poco más en este reciente documento portugués por sus aspectos legales, no solo lingüísticos.


Siempre repito que la lengua nos pertenece a quienes la usamos. El voluntarismo prescriptivo de cualquier institución es bastante inútil frente al uso. Sin embargo, hay cuestiones legales que hay que tener en cuenta.


Las instituciones públicas están obligadas a usar lenguaje no discriminatorio. Si no lo hacen, están incurriendo en faltas y en ilegalidades, porque los países firman tratados que los comprometen a no discriminar y las propias legislaciones de los países también establecen pautas y obligaciones en ese sentido. Para las instituciones no se trata de una opción, es su obligación. Las personas pueden hablar como les parezca; las instituciones, no.


En el preámbulo del manual portugués, se cita en primer lugar la Constitución de Portugal, que en el art. 9, inciso h, incluye la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres entre las tareas fundamentales del Estado. En el art. 26, numeral 1, además, se afirma que el derecho fundamental a la identidad personal está protegido contra cualquier forma de discriminación.


Asimismo, en el documento se menciona que desde hace más de 15 años los Consejos de Ministros de Portugal reconocen la necesidad de usar lenguaje no discriminatorio en la elaboración de normas. Incluso se nombran varias iniciativas y estrategias para llevar a la práctica esa orientación.


En segundo lugar, se nombran los tratados internacionales suscritos por Portugal (ONU, Consejo de Europa, entre otros), que obligan al país a “adoptar las medidas necesarias para promover cambios en los patrones de comportamiento socio-culturales (…) para erradicar preconceptos, costumbres, tradiciones y otras prácticas basadas en la idea de inferioridad de las mujeres o en los papeles estereotipados de mujeres y hombres”. (traducción propia LM).


El texto completo, en lengua original se puede consultar aquí:

https://www.cig.gov.pt/2018/06/guia-comunicacao-inclusiva-do-secretariado-geral-do-conselho-da-uniao-europeia/


En cuanto a lo lingüístico, en este manual, como en muchos similares en otras lenguas neolatinas, se recomienda evitar el uso universal del masculino genérico y prestar atención para evitar reproducir prejuicios y estereotipos discriminatorios. .


[En la entrada anterior del blog mostré algunos👉Recursos para evitar un lenguaje androcéntrico https://leomadalena.blogspot.com/2021/06/lenguaje-no-discriminatorio-parte-1.html]


El siguiente ejemplo del manual ilustra cómo el uso del masculino genérico puede impedir una lectura objetiva y rigurosa de la realidad o inducir a manipulaciones deshonestas de la información.


En el texto “El índice de riesgo de pobreza disminuyó entre los jubilados, entre 2015 y 2019”, el masculino genérico distorsiona la interpretación de la información, dado que el riesgo de pobreza bajó de 15,6 % a 14 % en el caso de los jubilados, pero aumentó de 16,3 % a 17,2 % entre las jubiladas. El dato objetivo debería expresarse de la siguiente manera: “La tasa de riesgo de pobreza disminuyó entre los jubilados y aumentó entre las jubiladas entre 2015 y 2019”. (Traducción propia LM)


Otro ejemplo similar es el siguiente: en la oración “Cerca de 201000 padres solicitaron la medida de apoyo excepcional para las familias durante el primer confinamiento” se oculta la verdadera situación asimétrica con relación a la responsabilidad parental en el cuidado de menores de 12 años. Para mostrar una fotografía más completa de la realidad, lo adecuado habría sido decir que “Cerca de 163000 madres y 38000 padres solicitaron la medida de apoyo excepcional para las familias durante el primer confinamiento”. (Traducción propia LM)

 

Brasil, Uruguay y Argentina


En Brasil, para sustituir el uso del masculino genérico se propone recurrir a “@”, “x” o “e”, en lugar de las desinencias que marcan género “o” o “a”, y al pronombre de género neutro “ile”, desarrollado en 2015 por Pri Bertucci e Andrea Zanella.


El debate está bastante avanzado, incluso en cuanto a la utilización de estas formas en ámbitos educativos.


Ya andamos por Brasil. Nos vamos acercando a nuestro español rioplatense.

 

En Uruguay, en 2020, se levantó una gran polvareda por la obligatoriedad del lenguaje inclusivo en las comunicaciones de la Intendencia de Montevideo, como se puede ver en la siguiente entrevista radial:


https://www.enperspectiva.net/en-perspectiva-programa/entrevistas/lenguaje-inclusivo-obligatorio-la-intendencia-montevideo/


Se escucharon voces altisonantes de algún edil y algún diputado enardecidos, que confundieron lenguaje inclusivo con uso de la desinencia en “e”, cuando en realidad ya vimos que se puede usar muy tranquilamente el lenguaje inclusivo sin recurrir a la “e”, con los recursos que existen en la lengua desde siempre. Por las dudas, repito acá también el link a la entrada anterior del blog, donde propuse una lista no exhaustiva de 👉Recursos para evitar un lenguaje androcéntrico https://leomadalena.blogspot.com/2021/06/lenguaje-no-discriminatorio-parte-1.html


De hecho, este artículo está totalmente escrito en lenguaje inclusivo (a lo mejor se me escapó algún pillo masculino genérico, pero juro que trato de tenerlos a raya) y no creo que mi estrategia se haya percibido o que haya molestado demasiado en la lectura (¡eso espero 🙏!).


Sinceramente, estoy bastante harta de que virulentos/as adalides de la conservación y la defensa del idioma, atrincheradas/os detrás de sus jerséis y sus almóndigas, argumenten blandiendo la antigua y filosa espada de una vetusta institución monárquica, que encima tiene sede en un país donde reside menos del 10 % de quienes hablamos español en el mundo (claro que muches/as/os de eses/as/os aguerrides/as/os soldades/as/os dicen tranquilamente “hubieron” en lugar de “hubo” y no se les mueve una cana…).


En el Río de la Plata, además de los recursos de lenguaje no sexista que ya mencioné, desde hace varios años se viene difundiendo el uso de la desinencia en “e”. Incluso surgieron nuevos pronombres: “elle” y “elles”. No se puede saber qué va a pasar en el futuro con estas nuevas formas. Lo que sí se sabe (repetita iuvant) es que la lengua es de quien la usa, no de ninguna institución, ni academia, ni gobierno, por más autoritarios y poderosos que sean, que intenten imponer o prohibir algún uso.


El problema se presenta cuando se quiere imponer una de las dos maneras de hablar, denigrando o burlándose de la otra manera de hablar, con lenguaje de odio. En este sentido, pocas veces vi el nivel de virulencia que suscita este tema… Temo que la OMS esté por agregar el lenguaje inclusivo a las causas de hipertensión arterial.

 

En Argentina, hoy en día el debate parecería estar centrado en usar la “e” o no usar la “e”. Parece que todo gira alrededor del lenguaje inclusivo directo, de desinencias, morfemas y pronombres. Pero ese no es el tema fundamental. Como ya vimos, incluso sin recurrir al lenguaje inclusivo directo (la maldita “e”), sobre todo en el caso de los textos escritos, la lengua española ofrece muchos recursos para evitar el masculino genérico (no me canso de repetirlo, je).


Santiago Kalinowski, lingüista y lexicógrafo, miembro de la Academia Argentina de Letras y director del Departamento de Investigaciones Lingüísticas y filológicas de esa Academia, habla de la necesidad de abordar el fenómeno del lenguaje inclusivo desde una perspectiva política, pragmática y retórica, no morfológica o gramatical.


Dice que el lenguaje inclusivo es un hito discursivo que va a ser asociado con esta época de la humanidad. Pero también que ningún grupo minoritario, por más poderoso que sea, puede cambiar la gramática de una comunidad. Entonces, aclara, “no es un fenómeno de cambio lingüístico sino que es un fenómeno retórico”, “la configuración discursiva de una lucha política”. “El objetivo del inclusivo no es cambiar la gramática, no le importa. Hay gente que puede decir que sí, pero en realidad es una intervención que lo que busca es terminar con mujeres asesinadas, mujeres que cobran menos por el mismo trabajo, mujeres que no pueden caminar por la calle tranquilas”, dice Kalinowski.


Hoy en día Kalinowski es un referente en el debate que se instaló en la sociedad argentina. (Recomiendo el libro La lengua en disputa, que es la transcripción de un debate entre Kalinowski y Beatriz Sarlo en 2019; el link para verlo en YT aquí 🠞 La lengua en disputa Sarlo Kalinowski/FVqopqV4XdM).


¿Y por casa cómo andamos?


Yo, personalmente, uso pocas veces la “e” y solo en ciertos contextos: a veces como provocación (no puedo con mi genio) y sobre todo en ámbito familiar, con mis hijas veinteañeras, con sus amigues o con personas jóvenes, en determinadas situaciones puntuales. Adapto mi registro y mi estilo de hablar al contexto situacional con respecto al lenguaje no discriminatorio, como lo hago con cualquier otro aspecto de la lengua: si trato de usted o de vos, si uso terminología técnica o lengua standard, si digo malas palabras o trato de evitarlas, etc.


Si me tocara interpretar en un encuentro de jóvenes feministas, sería muy desubicado que no usara el lenguaje que usan ellas. O si hubiera conferencistas no binaries. De cualquier manera, hace ya bastante tiempo que hago el ejercicio de detectar usos sexistas del lenguaje, y otros usos discriminatorios, no solo sexistas, y trato de evitarlos. Es un trabajito, no lo voy a negar, pero supongo que ese tipo de ejercicio es saludable 💪💪💪.

 

Así llegamos al final de la segunda parte del segundo ingrediente de mi spritz lingüístico: el polémico lenguaje no discriminatorio.

 

En la próxima entrada del blog voy a agregar el último ingrediente a nuestro cóctel: los algoritmos, el UX y la lengua española. ¡No te asustes: no muerden! 🐯