Es como viajar en micro por la pampa en un
día gris de un invierno tibio a través de la garúa, con Neil Young que canta
Coupe de Ville
y ese saxo ondulado y húmedo que hace vibrar las feromonas. O
con la trompeta que grita y se quiebra para volver a danzar y contornearse en Canteloupe Island. O con el piano de Herbie, que sincopa y se quiebra en medio de un fraseo
medio psicodélico, junto a esa batería obsesiva que no perdona, y descansando
en el remanso del leitmotiv, que apacigua y endulza. ¿Y qué decir de los
violines que preceden al llanto de Bird cuando empieza Laura? Más que un
pájaro, parece un gato sobre un tejado caliente. Afuera, a través de la ventana
del micro, pasan las vacas, los árboles pelados, los penachos claros y el río
quieto.
Este texto está en el Nº 9 de la Revista Mallea, de julio de 2022, en la página 28.
Al final de la revista (p. 65) hay una breve entrevista.
La revista se puede leer en el siguiente link: https://es.calameo.com/books/0065531770b8c7902a423